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Las ventosas tradicionales pueden ser de vidrio, cristal, de bambú, de cerámica o de arcilla. Las ventosas modernas pueden ser de plástico con bomba de aspiración, con pera de goma o magnéticas.
Las ventosas se pueden aplicar de varias formas, pueden dejarse retenidas o fijas durante 10 a 15 minutos, pueden quitarse y ponerse rápidamente, pueden deslizarse sobre la piel una vez aplicadas para realizar un fuerte masaje.
La aplicación de ventosas habitualmente dejan una marcas circulares en la piel, son hematomas provocados por la succión. También la sangre y las toxinas afloran a la superficie de la piel y en aproximadamente una semana estas manchas desaparecen solas.
Efectos terapéuticos: estimula el metabolismo, expulsa el frío y la humedad del cuerpo (rigidez), activa la circulación sanguínea, regula el sistema nervioso, aumentan las defensas y surten efectos inmediatos en las contracturas musculares provocadas por el estrés y la mala postura.